viernes, 13 de abril de 2012

El Magdaleniense tardío

En el Magdaleniense final o tardío se añaden al contorno formas ornamentales que son los primeros síntomas de abstracción. En la cueva de La Pasiega (Cantabria, España), la silueta de un bisonte exagera la ondulación de la línea en el lomo, describiendo un par de gibas en un trazo sinuoso y suelto desde la cabeza hasta la cola. El contorno está interrumpido, a diferencia del silueteado cerrado de la etapa anterior. En la barba la línea dibuja un rizo que enlaza con la pata delantera. El cuarto trasero del animal se estiliza al máximo.
En la etapa final del Magdaleniense, la progresiva simplificación de formas dará lugar a representaciones simbólicas que se caracterizan por ser completamente abstractas.
Se multiplican los objetos de arte mobiliar en hueso grabado y los guijarros con formas incisas. En un grabado sobre asta de ciervo, encontrado en la cueva de El Pendo (Cantabria, España), la representación de un íbice se ha reducido a dos líneas que indican los cuernos.

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